El Sentido De La Humildad Y La Responsabilidad En Los Legisladores, En Los Líderes Políticos De La Sociedad.
La conducta de los ciudadanos suele cambiar a partir de la situación que este viva, eso es entendible por todo ser humano.
Hemos visto como en los últimos días algunos legisladores han perdido la noción o sean olvidados del compromiso social que decidieron asumir al aceptar el cargo que hoy ostentan.
Han perdido la humildad. Es evidente que desde que algunos políticos tienen un crecimiento social tienden a cambiar, tienden a perder la humildad, la memoria y reducen su compromiso social a recuperar la inversión que hicieron en campaña.
Se olvido la misión y el efecto de estos será que muchos, pero muchos de estos legisladores no estarán ocupando una curul para los próximos comicios, porque en realidad no llegaron ahí por su liderazgo sino por una coyuntura, por sus recursos o por que la junta los favoreció. Existen otros que si tienen un liderazgo activo y aunque hayan perdido un poco de fuerza la sociedad cree en ellos por que cada día se identifican con esta, gestionando, representándola en sus necesidades en sus celebraciones.
“Quien acepta un favor de un político, vende su alma a corto o largo plazo”, claro esto no se cumple en todos, pero en su inmensa mayoría cree que le vendiste tu alma. Los jóvenes no son objeto de nadie ni deben ser vistos como objetos que se pueden comprar, y es prudente para exhortar a la comunidad joven a darse cuenta de esto, a darse su valor en una sociedad tan exigente.
Hay que cambiar el rumbo, hay que ver la cosa de forma diferente, aceptar que la población necesita del calor de sus legisladores, de su presencia humilde y dispuesta a realizar su labor como dirigentes, como representantes.
El desencanto es común en la sociedad, al igual que el disgusto, pero el deber es trabajar para crear más oportunidades, oportunidades para los jóvenes que son los más excluidos, los más afectados. No pedimos que se excluya a nadie por su edad solo se pide oportunidades, ya que los jóvenes representan el presente-futuro de la nación y sin estas se verán en la opción de entrar a las bandas de la delincuencia, los enfrentamientos barriales y otros.
Hay que creer en la juventud, hay que abrirle un espacio a la juventud que se llama oportunidad, sin importa el partido ni el color, hay que crear por medio de la bases da la humildad esas oportunidades.
La población joven no necesita pequeños favores, necesita oportunidades para crecer y hacer crecer la nación, espero que los legisladores no se olviden de esa misión, que no se olviden de la sociedad, que no se olviden de crear una sociedad de oportunidades y justa.
Cada uno debe asumir un rol e identificar las prioridades de su pueblo y les aseguro que esto no les quitará nada solo los elevará políticamente, socialmente.
Hemos visto como en los últimos días algunos legisladores han perdido la noción o sean olvidados del compromiso social que decidieron asumir al aceptar el cargo que hoy ostentan.
Han perdido la humildad. Es evidente que desde que algunos políticos tienen un crecimiento social tienden a cambiar, tienden a perder la humildad, la memoria y reducen su compromiso social a recuperar la inversión que hicieron en campaña.
Se olvido la misión y el efecto de estos será que muchos, pero muchos de estos legisladores no estarán ocupando una curul para los próximos comicios, porque en realidad no llegaron ahí por su liderazgo sino por una coyuntura, por sus recursos o por que la junta los favoreció. Existen otros que si tienen un liderazgo activo y aunque hayan perdido un poco de fuerza la sociedad cree en ellos por que cada día se identifican con esta, gestionando, representándola en sus necesidades en sus celebraciones.
“Quien acepta un favor de un político, vende su alma a corto o largo plazo”, claro esto no se cumple en todos, pero en su inmensa mayoría cree que le vendiste tu alma. Los jóvenes no son objeto de nadie ni deben ser vistos como objetos que se pueden comprar, y es prudente para exhortar a la comunidad joven a darse cuenta de esto, a darse su valor en una sociedad tan exigente.
Hay que cambiar el rumbo, hay que ver la cosa de forma diferente, aceptar que la población necesita del calor de sus legisladores, de su presencia humilde y dispuesta a realizar su labor como dirigentes, como representantes.
El desencanto es común en la sociedad, al igual que el disgusto, pero el deber es trabajar para crear más oportunidades, oportunidades para los jóvenes que son los más excluidos, los más afectados. No pedimos que se excluya a nadie por su edad solo se pide oportunidades, ya que los jóvenes representan el presente-futuro de la nación y sin estas se verán en la opción de entrar a las bandas de la delincuencia, los enfrentamientos barriales y otros.
Hay que creer en la juventud, hay que abrirle un espacio a la juventud que se llama oportunidad, sin importa el partido ni el color, hay que crear por medio de la bases da la humildad esas oportunidades.
La población joven no necesita pequeños favores, necesita oportunidades para crecer y hacer crecer la nación, espero que los legisladores no se olviden de esa misión, que no se olviden de la sociedad, que no se olviden de crear una sociedad de oportunidades y justa.
Cada uno debe asumir un rol e identificar las prioridades de su pueblo y les aseguro que esto no les quitará nada solo los elevará políticamente, socialmente.
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