Carlos V. Paulino. La voz de Mao.

Quiero sentir tu mirada en mi espalda despacio hazle un hueco a mi alma penetra en mi voz en falda de montaña, no quiero que te marchites necesito que sientas que tus gemidos perpendiculares traspasen mi ego y las aves traigan tu recuerdo sin demora, espero a tu rostro fugaz donde nacen los latidos para desatar tu nombre pronunciar tus nalgas cerca de un toque lento y salvaje te haré caminar en mi silencio y si llegas a imaginar que sea mi cuerpo en la fuente .

Ya no recuerdo el día blanco en que las nubes gritaron tu nombre, porque nacían de ti, su esqueleto esparcido incendio los deseos, vaya aventura la de aquel lugar , mas alegre, mas colorido ni la luna quizás en tus sueños recoja miradas igualitas sin nada negro, sin nada llanto con sumo cuidado recorreré los pórticos voladores “santa madre de los monumentos” que así sean tus labios y tu cuerpo de dulce multitud lento al tiempo descuartizado “santa madre de la belleza” que así sean tus ojos eyaculadotes de caminos. Que se haga la mentira igualita a los sueños parlanchines, tus caricias ay, tus imponentes caricias mas que aires se transportan amores mascaras de jardines sencillos, sencillos hasta el atardecer pero no te agotes escúchalas es tu nombre da grima lo se “santa madre del rocío” que sientan tu dolor bailarín si gustan que finjan pero al hacerlo deben escuchar una muerte de mil cantos y mas violencias que te hace mujer seca estéril “santa madre naturaleza” espera aun no quiero q