Mis lágrimas nunca olvidarán aquella tarde extensa en que mi alegría empezaba a consumarse y el cielo daba indicios de negrura, síntomas de la noche.
El día se presentó calmado, algo inusual en este barrio donde la sequedad parece cobrar vida para arrancarles en forma de calor el alma a las personas. Era lunes 4 de abril, un día antes del nacimiento pronosticado de mi hijo.
-Ya las cosas no son como antes, el país y el mundo están sobre poblados y el presidente piensa emitir un decreto hoy a las diez donde se ordena a los médicos sacrificar a todos los niños que nazcan de hoy en adelante. El decreto contiene un párrafo donde se especifica que aquellos que deseen que su niño nazca deberán sacrificar a alguien por él para que este ocupe su espacio en la tierra. Esta medida solo durara unos cinco o diez años hasta que en el país haya espacio.
Cuando escuché al secretario de salud pública decir esto, no lo podía creer mi alma se tornó oscura y mi vista era en vano, era mi primer hijo.
Esa misma noche llame a Mi Madre para comunicarle la noticia
-no te preocupes hijo mañana temprano resolvemos eso. Fue lo único que dijo Mi Madre.
Al cerrar el teléfono quise cerciorarme de que mi esposa no se enterara de la noticia hasta que hubiese encontrado una solución al caso. Los pasos no me salían o un pie o el otro, no sabía cual entonces como pude lance el derecho y me dirigí al lecho donde aguardaba Mi Esposa.
-¿moy que tienes, te noto algo preocupado? Pregunto ella inquieta por mi cara de preocupación,
-¡nada! Le respondí, así que me recosté a su lado pensando en un salida.
El tiempo de esa noche comenzó a escurrirse y lo único que se me ocurrió fue convocar una mesa redonda para dialogar con toda mi familia y encontrar juntos una salida.
En la mañana temprano Mi Madre llamo a todos sus hijos once en total, como a eso de las diez de la mañana nos encontrábamos reunidos casi todos, excepto el abuelo; creo que a todos nos llego lo mismo a la cabeza ha de estar de parranda en uno de esos lugares de bebidas.
Mi esposa quedó en la casa con su madre y antes de que saliera me dijo
-moy este es el día perfecto para que nazca nuestro hijo perfecto, muy calmado me dediqué a hacer un gesto con mi cabeza en sinónimo de sí.
Mi Madre explicó el problema, nosotros siempre fuimos muy democráticos en las decisiones a tomar, por eso pensamos en elegir uno de la familia para ser sacrificado, no importa cual fuese elegido debe acatar la decisión, en el momento de las propuestas, quise iniciar conmigo, tenia la intuición que alguien me objetaría por ser el primero en proponerse hubo un silencio extenso y la voz de Mi Madre surgió de repente
-ese niño no nacerá huérfano de padre, alguien mas debe proponerse.
Los minutos transcurrían y nadie decía nada, entonces fue cuando Papá que nunca hablaba de forma impresionante y con la calma que lo distingue se puso de pie, nos miró profunda y atentamente, parecía que de su rostro se desprendían migajas de tristeza y con su voz estropajosa susurró
- propongo al abuelo.
Todos quedamos atónitos, sorprendidos, debió ser una decisión muy fuerte para el. Nos miramos a los ojos y levantamos las manos, en señal se aprobación.
Mi Hermano menor fue en busca del abuelo al rancho, así se llama el lugar donde este estaba bailando y tomando con Adela una prostituta que trabaja en ese lugar.
Cuando le dieron la noticia al Abuelo este no quería aceptarla, pero al decirle que fue unánime no se opuso y se dirigió a salud pública, específicamente al área de sanidad junto a Mi Hermano para que estos decidieran como sacrificarlo y así pudieran otorgar el permiso de nacimiento a Mi Hijo.
A Mi Esposa le comenzaron los primeros dolores, se acerba el parto, así que la llevamos al hospital. Dentro de mí crecía un miedo terrible porque aun Mi Hermano no llegaba con el permiso. A Mi Esposa la ingresaron a la sala de partos, yo me quedé a esperar al joven de la casa en el pasillo. Veinte minutos después lo vi entrar al hospital venía sonriente papel en mano, el doctor salió en ese mismo instante, cabizbajo y medio triste
-¿Qué sucede doctor, que sucede, está Mi Hijo bien?
- si.
-¿entonces que sucede?
-su hijo nació en perfectas condiciones, pero no pudimos hacer nada por su esposa.
-¿qué?, pero Mi Esposa estaba bien usted mismo lo dijo
-si, pero ella decidió sacrificarse después de que su madre le comentara sobre el decreto que dictara el presidente en su discurso de anoche.
El día se presentó calmado, algo inusual en este barrio donde la sequedad parece cobrar vida para arrancarles en forma de calor el alma a las personas. Era lunes 4 de abril, un día antes del nacimiento pronosticado de mi hijo.
-Ya las cosas no son como antes, el país y el mundo están sobre poblados y el presidente piensa emitir un decreto hoy a las diez donde se ordena a los médicos sacrificar a todos los niños que nazcan de hoy en adelante. El decreto contiene un párrafo donde se especifica que aquellos que deseen que su niño nazca deberán sacrificar a alguien por él para que este ocupe su espacio en la tierra. Esta medida solo durara unos cinco o diez años hasta que en el país haya espacio.
Cuando escuché al secretario de salud pública decir esto, no lo podía creer mi alma se tornó oscura y mi vista era en vano, era mi primer hijo.
Esa misma noche llame a Mi Madre para comunicarle la noticia
-no te preocupes hijo mañana temprano resolvemos eso. Fue lo único que dijo Mi Madre.
Al cerrar el teléfono quise cerciorarme de que mi esposa no se enterara de la noticia hasta que hubiese encontrado una solución al caso. Los pasos no me salían o un pie o el otro, no sabía cual entonces como pude lance el derecho y me dirigí al lecho donde aguardaba Mi Esposa.
-¿moy que tienes, te noto algo preocupado? Pregunto ella inquieta por mi cara de preocupación,
-¡nada! Le respondí, así que me recosté a su lado pensando en un salida.
El tiempo de esa noche comenzó a escurrirse y lo único que se me ocurrió fue convocar una mesa redonda para dialogar con toda mi familia y encontrar juntos una salida.
En la mañana temprano Mi Madre llamo a todos sus hijos once en total, como a eso de las diez de la mañana nos encontrábamos reunidos casi todos, excepto el abuelo; creo que a todos nos llego lo mismo a la cabeza ha de estar de parranda en uno de esos lugares de bebidas.
Mi esposa quedó en la casa con su madre y antes de que saliera me dijo
-moy este es el día perfecto para que nazca nuestro hijo perfecto, muy calmado me dediqué a hacer un gesto con mi cabeza en sinónimo de sí.
Mi Madre explicó el problema, nosotros siempre fuimos muy democráticos en las decisiones a tomar, por eso pensamos en elegir uno de la familia para ser sacrificado, no importa cual fuese elegido debe acatar la decisión, en el momento de las propuestas, quise iniciar conmigo, tenia la intuición que alguien me objetaría por ser el primero en proponerse hubo un silencio extenso y la voz de Mi Madre surgió de repente
-ese niño no nacerá huérfano de padre, alguien mas debe proponerse.
Los minutos transcurrían y nadie decía nada, entonces fue cuando Papá que nunca hablaba de forma impresionante y con la calma que lo distingue se puso de pie, nos miró profunda y atentamente, parecía que de su rostro se desprendían migajas de tristeza y con su voz estropajosa susurró
- propongo al abuelo.
Todos quedamos atónitos, sorprendidos, debió ser una decisión muy fuerte para el. Nos miramos a los ojos y levantamos las manos, en señal se aprobación.
Mi Hermano menor fue en busca del abuelo al rancho, así se llama el lugar donde este estaba bailando y tomando con Adela una prostituta que trabaja en ese lugar.
Cuando le dieron la noticia al Abuelo este no quería aceptarla, pero al decirle que fue unánime no se opuso y se dirigió a salud pública, específicamente al área de sanidad junto a Mi Hermano para que estos decidieran como sacrificarlo y así pudieran otorgar el permiso de nacimiento a Mi Hijo.
A Mi Esposa le comenzaron los primeros dolores, se acerba el parto, así que la llevamos al hospital. Dentro de mí crecía un miedo terrible porque aun Mi Hermano no llegaba con el permiso. A Mi Esposa la ingresaron a la sala de partos, yo me quedé a esperar al joven de la casa en el pasillo. Veinte minutos después lo vi entrar al hospital venía sonriente papel en mano, el doctor salió en ese mismo instante, cabizbajo y medio triste
-¿Qué sucede doctor, que sucede, está Mi Hijo bien?
- si.
-¿entonces que sucede?
-su hijo nació en perfectas condiciones, pero no pudimos hacer nada por su esposa.
-¿qué?, pero Mi Esposa estaba bien usted mismo lo dijo
-si, pero ella decidió sacrificarse después de que su madre le comentara sobre el decreto que dictara el presidente en su discurso de anoche.
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