por carlos paulino
La Lingüística, como ciencia que
estudia la lengua y el conocimiento que poseemos sobre ella, en su desarrollo
diacrónico ha contemplado una sincronización entre el estudio de las lenguas y
el de las diferentes formas de escritura. La lingüística comparada en gran
medida dependió de la codificación y descodificación de documentos escritos
existentes. La lectura y comprensión
de estos documentos hizo posible el estudio, desarrollo y avance de la lingüística.
La lectura y escritura se han convertido en el pilar de la adquisición del
conocimiento y del desarrollo de los sujetos en el ámbito educativo y social.
La lectura escritura y son factores de comunicación que facilitan la
interacción en todas las circunstancias. Estas funciones exigen el dominio de
los rasgos distintivos del discurso y de la gramática, ambos son endémicos a cada género y tipo de texto. Para
los constructivitas la lectura y la escritura garantiza el desarrollo, aprendizaje y comprensión, es decir,
garantiza el conocimiento y desarrollo del alumno social y educativo. La
lectura y vista desde este punto posee una dimensión placentera que debe ser
explotada en cierto modo para su beneficio social.
La lectura y
escritura son el vehículo para acceder al conocimiento científico y
disciplinario que tiene como fin la adquisición del conocimiento. José González, Licenciado en Psicología, Mª,
plantea que el aprendizaje de la lectura y escritura consiste en asociar
conocimientos propios a conocimientos nuevos y de esta manera construir
nuestros propios significados a partir de los ajenos.
David Olson
plantea que la escritura permite la distancia entre el pensador y lo pensado;
lo pensado, una vez escrito, se convierte en una representación externa,
estable en un tiempo, manipulable y revisable.
Los docentes
realizan una función constructiva en el proceso de adquisición de la lectura y
escritura. Debe haber una supervisión constante durante el proceso de lectura y
escritura por parte de los docentes, el cual trazará las pautas para la
comprensión y aplicación de las estrategias de enseñanzas que darán como
resultado un aprendizaje autentico.
Paula
Carlino va más allá en su artículo Representaciones
sobre la escritura y Formas de Enseñarla en Universidades de América del Norte al decir que “leer
y escribir son instrumentos indisolubles de la Enseñanza-Aprendizaje de los
conceptos de cada asignatura”. La investigadora asegura que si la lectura y
escritura es tomada como fin de todas las asignaturas impartidas en las universidades los alumnos
tendrían un mayor aprendizaje de sus contenidos.
En el artículo Representaciones sobre
la escritura y Formas de Enseñarla en Universidades de América del Norte, producto de una instigación realizada por su autora
en 103 universidades canadienses y norteamericanas
determina que éstas, además de ofrecer cursos introductorias de Composición,
han desarrollado programas de escritura que tienen por objetivo alentar el
aprendizaje de la «escritura a través del currículum», es decir, en todas las
cátedras. Para ello, han implementado tres sistemas: los «tutores de
escritura», los «compañeros de escritura en las materias», y las «materias de
escritura intensiva». Aunque éstos difieren organizativamente, los tres se
ocupan de orientar y retroalimentar la producción escrita que los alumnos
realizan de los contenidos disciplinares. Se representan la escritura como una
herramienta epistémica, involucrada necesariamente en el aprendizaje, y
entienden que cada disciplina está conformada además por un sistema de nociones
y métodos por prácticas discursivas características, que también deben ser
objeto de enseñanza”.
A pesar de
estos planteamientos de la investigadora Paula Carlino las debilidades y
problemas de lectura y escritura en los alumnos tanto de educación Básica,
Media y Universitaria siguen latentes y en algunos países va en crecimiento,
aun así, vemos en su propuesta una salida a estos problemas ya que los alumnos
que no poseen pleno dominio de la lectura y escritura no pueden apropiarse de
los contenidos y esto solo se logra con la organización conjunta del sistema
educativo en todas sus variantes.
Los docentes
son los responsables de que la producción textual de sus alumnos sea coherente,
para facilitar la comprensión del texto y la adquisición del conocimiento del
lector. El docente debe convertirse en un lector empedernido para poder
realizar el proceso de corrección en la enseñanza de la escritura y lectura.
Para Carlino
“el docente debe convertirse en un lector externo crítico y comprometido”. “Hay
que aprender a ser un lector-predador”, un concepto emitido por keith
Hjortshoj. Continua diciendo, “Formar lectores implica que los alumnos salgan
en búsqueda del conocimiento de un texto y puedan distinguir su propio punto de
vista, en tanto lectores, del punto de vista del autor”.
La tarea de
escribir es producto del pensamiento. La escritura es la forma real de lo
pensado y su lectura trasciende las fronteras de la simple observación hasta
conseguir la interpretación, comprensión
y aprendizaje de lo escrito.
La enseñanza
basada en la lectura y escritura posibilita la comprensión de los textos y
potencialmente la adquisición de nuevas destrezas y habilidades para la vida.
La lectura y escritura, desde el punto de vista psicológico, son las
herramientas cumbre para una eventual investigación del desarrollo mental, las
personalidades y los estados emocionales
de los sujetos.
La enseñanza
y adquisición de la lectura y escritura está entrañablemente ligada al
desarrollo de las destrezas motaras perceptivas que harán posible la
discriminación y la producción de las letras durante el proceso de aprendizaje.
Los sujetos solo pueden adueñarse de la lectura y escritura si los docentes se
convierten en lectores que supervisan, controlan y practican junto a sus
alumnos nuevos métodos con el fin de
lograr el dominio de los contenidos de las asignaturas.
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