La voz no tiene nombre ni lugar.
En la mayoría de los países del mundo el emitir una voz alta o baja puede resultar agradable o desagradable dependiendo de la cultura de las personas o escucha. El tono puede considerarse como el grado de elevación de la voz.
La voz puede ser aguda o grave, dependiendo de si es Femenino (mujer) o Masculino (hombre).
La voz masculina se diferencia de la femenina ya que ambas establecen un límite o tono de diferenciación. Podemos citar el caso de Verónica Villarroel “Soprano” y Luciano Pavarotti “Tenor”
Esta expresión humana se pone de manifiesto en todos los escenarios de la vida desde los grandes artistas como los ya mencionados hasta el que vende las veduras en las calles de mao. Por medio de esta podemos determinar el modo o estado en que se encuentra una persona física, anímica y espiritual.
La voz perfecta no existe ya que no existe una voz que pueda interpretarlo todo con perfección (en el caso de la música). Todo artista, vendedor, comunicador, verdulero, presentador, orador, pastor, etc. Debe conocer el límite de su voz antes de iniciarse o introducirse en la cultura de las voces. No existen voces malas o buenas si se clasifican bien, o se encasillan adecuadamente.
La voz surge como expresión social, por lo que cada hablante de una región o país determinado la hace suya y la utiliza a partir de sus cualidades laríngeas. El papel más importante de esta se encuentra el ejercicio de “La voz hablada” ya que esta es la base para el canto popular.
DIFERENCIAS ENTRE LAS VOCES FEMENINAS Y LAS MASCULINAS
Voces masculinas
Tenor: la voz más aguda de varón.
Barítono: es la voz intermedia entre el bajo y el tenor.
Bajo: la voz más grave o profunda del canto masculino.
Voces femeninas
Soprano: la voz más aguda de mujer.
Mezzosoprano: voz intermedia entre la soprano y la contralto.
Contralto: la voz más grave o baja.
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